EL HOMBRE -Fue creado a la imagen de Dios, para que tuviera comunión con Él; pero debido a la desobediencia de nuestro padre Adán al principio de la Creación, y por tanto a la descendencia, de su Creador Santo, poniendo a todo hombre bajo la ira de Dios y la condición de pecador. Sin embargo, Jesucristo, siendo sin pecado, tomó el lugar del hombre y sufrió las consecuencias y juicios divinos sobre el pecado, de modo que la relación del hombre con su Creador pudiera ser plenamente restaurada. Por esto, a través del arrepentimiento y la fe en Jesucristo, el hombre puede ser librado del juicio de Dios y nacer a la vida eterna.